Tenemos claro que protegernos del sol puede prevenir aparición de ciertos tipos de cáncer de piel, sin embargo no es muy común escuchar que lo que comemos pueda contribuir al desarrollo de cáncer de piel. Pues resulta que se han hecho estudios en este sentido que encuentran ciertas asociaciones.
Hay estudios controlados aleatorizados ( es decir que tienen buen nivel de evidencia) que no encontraron un efecto significativo por llevar una dieta baja en grasa en el cáncer de piel no melanoma (ósea en el carcinoma basocelular y el escamocelular), por lo que no se puede recomendar como prevención de estos.
También encontraron que la suplementación oral con selenio (osea tomar pastillas que contengan este nutriente) podría aumentar el riesgo de cáncer escamocelular de piel y de cáncer de piel no melanoma en general, por lo que se debe evitar.
En cuanto al temido melanoma (el cáncer de piel más agresivo) hay poca evidencia para recomendar suplementación con ácidos grasos poliinsaturados, vitamina D y E, selenio, té verde, resveratrol y licopeno para prevenir el desarrollo o progresión del melanoma en la población general. Es decir que la mayoría de suplementos vitamínicos no tienen efecto para evitar que se presente este cáncer.
Interesantemente encontré que algunos estudios muestran que la disminución en la ingesta de alcohol y vitamina D pueden disminuir el riesgo de melanoma en pacientes de alto riesgo (como los que tienen la piel blanca, antecedentes familiares, etc)
El rol del alcohol en la formación de melanina (el pigmento de la piel) es complejo e involucra la interacción de varios factores. Desde el punto de vista celular el alcohol induce un daño en el ADN, promoviendo formación de radicales libres, actúa como fotosensibilizante (es decir aumenta la susceptibilidad de la piel al sol) y altera el metabolismo celular. El alcohol también tiene efectos hormonales que aumentan la producción de melanina (aumenta las prostaglandinas y la secreción de hormona estimulante de melanocitos). Como si esto fuera poco el consumo de alcohol altera la función inmune y aumenta el potencial metastásico de células de melanoma.
Algunos estudios observacionales grandes han encontrado la asociación entre el consumo de alcohol y el riesgo de melanoma. De hecho una revisión sistemática reciente reporta el 20% de aumento en riesgo de melanoma en pacientes que consumen regularmente alcohol. En los estudios aclaran que hay factores de confusión que no tuvieron en cuenta como por ejemplo el hecho de que una persona que consuma regularmente alcohol presente más quemaduras solares, o a qué tanto alcohol se refieren.
De todo lo anterior podemos concluir que adicionalmente a protegernos del sol, lo mejor es restringir las bebidas alcohólicas, SALUD!
Bibliografía: J Am Acad Dermatol 2014;71:1053.e1-16
J Am Acad Dermatol 2014;71:1039.e1-12.