He sobrevivido al confinamiento gracias al arte. Mientras limpio los espacios de la casa, me acompaña la voz potente de cada uno de mis artistas favoritos. La lista es variada, paso de Freddie Mercury a Carlos Vives sin pudor, sin mayor contratiempo.
Gracias a los libros, viajo, imagino, me libero, me inspiro, me calmo y sueño sin límites. Con esa creatividad que la lectura me despierta, he podido escribir relatos que me dejan liviana, que me ayudan a conectarme, que me hacen caer en cuenta de lo que vivo y siento, que me hacen estar presente en el aquí y ahora, que al final es lo único que tenemos.
Gracias a la tecnología y a través de una pantalla, comparto sabores al almorzar con mi familia, me tomo un café con una amiga y he podido estar cerca de personas que quiero.
Gracias al teletrabajo, he podido resignificar el propósito de mi labor, el cual va más allá de un contacto presencial o de un procedimiento de rejuvenecimiento. Se trata de ponerse en los zapatos del otro y aliviarlo,así sea en la distancia. Esto me ha mantenido productiva.
Gracias al ejercicio, me motivo a levantarme a pesar del frío o de las ganas de quedarme en la cama durmiendo esos cinco minutos más. Me lleno de energía y le inyecto gasolina a mi cuerpo, que he aprendido a aceptar y amar por todo lo que me da.
Gracias a mi fuerza moral, entiendo que esto era necesario para renovarme como individuo y, por supuesto, para regenerarnos como sociedad. Desde que esta cuarentena empezó tomé una decisión que me mantuvo de pie: decidí aprender.
Con la reapertura por sectores durante la cuarentena inteligente me pregunto por qué el arte y el deporte están tan relegados en esa lista, considerándolos “servicios no esenciales”. En este punto es un absurdo, pues es lo que como humanidad nos sostiene, nos enciende el alma.
Resignificar la importancia del arte en mi vida cotidiana ha sido fascinante. ¡Gracias a cantantes, actores, músicos, escritores y a todos los artistas! Son fundamentales para mí y para toda la sociedad. Ustedes me han acompañado en esta cuarentena, han hecho que no solo sobreviva a ella, sino que la disfrute e imagine nuevos universos.
Por eso, hoy más que nunca, invito a todos a apoyar el arte, a comprar libros, a descargar legalmente música, a volverse amigos de los museos. Aportar a la cultura que tanto nos ha dado. Los creadores nos hacen humanos con una vida más trascendental.
¡Gracias por leerme!
Luisa